miércoles, 26 de abril de 2017

Recogiendo agua de lluvia


Cerca hay una granja de pollos abandona. Puse cacharros de plástico debajo de las canales y conseguí recoger gran cantidad de agua. Calculo que unos  800 litros. Me estoy plantando reservarlos para intentar cultivar plantas de verano. 


domingo, 9 de abril de 2017

Las Habas de David

El 7 de enero las habas que sembró David empezaron a brotar.


El 15 de enero ya presentaban 4 o 5 hojas cada una.






4 de marzo

domingo, 12 de marzo de 2017

Cocinando aceitunas



Una de las cosas que más me ha inspirado la Huerta la Brujera ha sido a aderezar aceitunas de diferentes formas. Una muy sencilla es, después de rayarlas y haberle cambiado el agua durante 10 días, utilizar solo: aceite, perejil y ajo. 

El sabor de las aceitunas del pequeño olivo que nadie cultivó es espectacular.

Esto ocurría el 6 de enero. 


lunes, 30 de enero de 2017

Poda ligera, refugios y olivas





Dice nuestro refranero que le dijo el olivo al amo: “Si alguna vez me olvidares, tálame y no me ares”. Con este refrán se nos enseña que el olivo no requiere del arado, pero sí de una tala. El olivo de la huerta la Brujera lleva algún tiempo sin ser talado, así que hoy día 2 de enero le he dado un ligero pelado. Después de algunos años podando, hace poco tiempo cambié, y por fin ya no me gusta podar demasiado; la poda buena es la poca o ninguna poda. 


 Las ramas las he cortado con la tijera en pequeños trozos, así las he dejado en el suelo. Algunas varetas las mantengo para usarlas como pequeñas estacas.

Hoy he descubierto que hay una mata de habas que ha salido sola, que se habrá resembrado de cultivos anteriores. Creo que debo intentar ir aumentando el número de habas progresivamente, de modo que sea la planta más habitual tras las lluvias de cada otoño. En mi proyecto de huerta intentaré ir sustituyendo las hierbas no comestibles, en otras que sí me proporcionen alimento. Esta mata de haba solitaria viene a demostrar que para que una haba crezca no hace falta ni mover el suelo, ni abono, ni la mano del hombre. ¿Podré conseguir que este ejemplo se multiplique por todo el huerto.
 



Esta foto es de los refugios para caracoles que estoy haciendo utilizando algunos ladrillos que me encuentro por allí. Este montón lo he colocado debajo del olivo para resguardarlos del sol, así estarán algo más frescos en lo largos meses del verano.


La huerta la Brujera me sigue dando alimentos sin que yo haga nada. Después de la tala me traje una buena cantidad de aceitunas.


Las he clasificado por la madurez. Las negras las he rallado, y las verdes las he machacado. 


Mi madre me aconsejó que para machacar las olivas verde utilizara un trapo y una maja.Y resultó de los más sencillo.








  Ahora las tendré durante 8 o 9 días en agua, que la iré cambiando cada noche.


Me he puesto a ver en Internet varias formas de conservarlas y hay montones. He decidido probar con la salmuera y con el aceite. Estoy deseando probarlas. 

domingo, 15 de enero de 2017

Huerta-granja la Brujera



El 28 de diciembre volví por la Huerta La Brujera decidido a seguir plantando cosas.

Utilicé una hoz para desbrozar y he enterrado semillas de acelgas y de espinacas. (No volvió a llover hasta el 26/01)
 
  No tengo mucha fe en estas siembras, pues sin un riego posterior puede que las semillas no tengan la humedad suficiente para germinar. De todas formas, si no nacen, pienso que las semillas permanecerán allí latentes y podrán germinar en cuanto vuelvan las lluvias.



Las rabanillas que plantó David el primer día han nacido todas y presentan mucho vigor. Están muy bonitas y habrá que clarearlas. 



A la vez que iba desbrozando, para no pisar los caracoles blanquillos los he ido metiendo en un cubo. 


  
Al final tenía un buen número de ellos y siguiendo la receta de mi madre los he cocinado.



   

El sabor era bueno, pero como no picaban nada le puse una guindilla cortada y eso los puso demasiado picantes, así que le tuve que rebajar el caldo con agua. No pienso cortar más una guindilla en mi vida.


 


Creo que la hierba predominante, la margarita, le trasmite algo de sabor al caracol. De todas formas, es bueno; mi hijo y Carmen lo pueden atestiguar.



La huerta la Brujera, además de producir vegetales, puede dar ricos caracoles blanquillos y burgaos, es una especie de granja al aire libre. Siendo fundamental mantener zonas siempre verdes. Podría mejorarles la dieta con siembra de especies más suculentas para ellos y que les de mejor sabor, como coles forrajeras. Tengo además que proporcionarles refugios para cuando lleguen los meses de más calor y lo más importante, que ya tenía claro de antemano; nada de utilizar pesticidas, pues ni quiero que se los coman los caracoles y los maten, ni quiero que pase al cuerpo de nadie el veneno químico que contienen.

Otra tarde estupenda, y muy nutritiva, proporcionada por "Huerta-Granja la Brujera".


lunes, 2 de enero de 2017

Guisantes, aceitunas y una linda bicha





La Naturaleza es generosa, nos proporciona alimentos prácticamente sin que los humanos nos tengamos que esforzar en nada. La prueba es el pequeño olivo de la huerta la Brujera que por sí solo: sin tala, sin laboreo, sin riego, sin nada de nada hecho por la mano del hombre en mucho tiempo!, ha dado una cosecha estupenda de unos 10 kilos de aceitunas manzanillas. Estamos a final de diciembre, y están gordas, moradas y verdes. Así que por segunda vez, este terreno que no cuida nadie desde que mi vecino José muriera, ha dado un rico alimento: olivas. 


 

   


Las aceitunas, una vez ralladas con un cuchillo, las hemos metido en botes con agua, agua que cambiaré a diario durante unos 10 días, hasta conseguir quitarle el exceso de amargor. Otra parte, después de rallarlas, las he metido directamente en salmuera, en una proporción de 80g por litro de agua. Voy a tratar de hacer las aceitunas de dos formas distintas. ¡A ver cómo me salen!




Además, he sembrado guisantes, me parece una planta maravillosa por lo rica y nutritiva que es, y fijadora de nitrógeno atmósférico, abono natural para el suelo... si lloviera en los próximos días sería perfecto, pero está la cosa complicada. He utilizado un método de permacultura, que la verdad, una vez hecho, no me ha gustado mucho, porque el aspecto a basura que ha dejado en la parcela me ha decepcionado, me refiero al acolchado con papel. Como el papel es materia orgánica, espero que con el paso del tiempo, y la ayuda del estiércol que le esparcí por encima, se vaya incorporando al suelo.

 

Primero he desbrozado, luego, a golpes, he sembrado un paquete de guisantes poniendo dos o tres granos por golpe. Luego he cubierto el hoyo con tierra, y encima le he puesto papel, además he cubierto todo con trozos de plantas secas e hierba cortada y he esparcido un poco del estiércol que había en la parcela.



 

Carmen ha seguido con su valiosa y ardua tarea de limpieza. Dice que le gusta mucho dejar todo despejado de basura. Muchas botellas de cristal, algunos plásticos y chatarra que ha ido metiendo en una zona hundida donde no hay tierra para cultivar.



Además le pedí que con ayuda de un cubo fuera esparciendo por todas partes el estiércol amontonado. Tengo que tener cuidado con Carmen, en cuanto me descuido la veo andando por encima de lo sembrado. Ella dice que no la vigile tanto, pero no podía dejar de hacerlo. Menos mal que aprendió donde pisar. El problema soy yo que no digo las cosas!



Por suerte para Carmen, cuando terminé de plantar los guisantes me puse a coger algunos cubos de estiércol y dentro del montón, al calor de la descomposición, me encontré a un precioso ejemplar adulto de culebra de herradura. Animal bellísimo e inofensivo, raticida natural que como no puede ser de otra manera dejé marchar, aunque le fastidié su confortable hogar calentito.




Carmen se alegró de que el encuentro con la serpiente fuera conmigo. Le insistí que la tocara, que comprobara ese tacto tan peculiar que tienen la serpientes, que disfrutara de ese tacto, y no tardó mucho en tocarla, pero solo un poco. Con uno de esos dedos que parecen salchichas.


sábado, 24 de diciembre de 2016

LA HUERTA DA SU PRIMER FRUTO

El 17 de diciembre volvimos a la huerta La Brujera y estuvimos plantando habas y puerros y rúcula que tenía ya nacidos en casa, algunos ajos más también. Tengo dudas de cómo va a avanzar todo pues hace ya muchos días que no llueve nada y la tierra, aunque húmeda, ya se va secando.






Otra cosa que hice fue plantar dos almendros que tenía en mi casa nacidos de hace pocos días.



Mientras quitaba la hierba no paraba de encontrar caracoles y me puse a echarlos a un cubo. Al principio cogía tanto blanquillos como burgaos, pero al final los blanquillos los solté en el solar que hay junto a mi casa.


No tenía ni idea de cómo cocinar los burgaos, solo me acordaba que mis padres los lavaban con sal y vinagre, así que le di un par de estos lavados (Creo que esto de los lavados con sal y vinagre es algo así como una leyenda urbana, pienso que con un buen lavado solo con agua sería suficiente); luego busqué un video por Internet para ver alguna receta. La receta era muy fácil de hacer, solo necesité dos cebollas, un tomate, tres dientes de ajos, pimienta, unas guindillas, aceite, un poco de sal. 


Una vez lavados, hay que calentarlos en agua a fuego lento para que salgan todos. Daba un poco de lástima matarlos tan lentamente.
Luego los tienes 3-4 minutos hierviendo.


Los echas a la sartén con una buena cantidad de aceite, con las cebollas, la pimienta, la sal, y los dientes de ajos.


Cuando esté la cebolla pocha le añado el tomate, que antes lo había herbido un minuto para quitarle la piel y lo había cortado a trocitos.


Luego le añado un poco de guindilla y espero que el agua del tomate se evapore toda. 


En pocos minutos ya estaban listos unos caracoles burgaos riquísimos. Tanto mi hijo, como mi madre, como mi compañera los probaron y nos encantaron a todos, aunque supieron a poco porque no eran muchos. 



  La huerta la Brujera ya ha dado el primer producto, con un detalle importante: por ella sola, sin la necesidad de la mano del hombre, excepto para recolectar estos ricos caracoles burgaos.